Valve vuelve a apostar por el hardware, esta vez con una propuesta más madura que combina la potencia de una PC con la comodidad de una consola.
La nueva Steam Machine, anunciada oficialmente para 2026, busca convertirse en el centro de entretenimiento doméstico para quienes ya disfrutan del ecosistema de Steam o desean dar el salto al juego en 4K sin complicaciones.
First footage of Valve's Steam Machine, shipping in early 2026.
— The Game Awards (@geoffkeighley) November 12, 2025
6x more powerful than a Steam Deck.
No pricing announced. pic.twitter.com/xtm7SXRK9N
Steam Machine: De la Steam Deck al living
Después del éxito de la Steam Deck, era lógico que Valve explorara un formato más grande. Mientras la portátil conquistó a los jugadores que priorizan movilidad, la Steam Machine apunta al salón y a la experiencia de pantalla grande.
Es un equipo compacto, con diseño sobrio, que corre SteamOS, el sistema operativo basado en Linux que Valve ha ido perfeccionando en los últimos años.
La idea es simple: encender, conectar y jugar sin depender de los ajustes de un PC tradicional, pero con la potencia suficiente para ejecutar títulos exigentes y disfrutar toda la biblioteca de Steam.

Especificaciones técnicas de la Steam Machine
Aunque aún faltan algunos detalles por confirmar, los primeros adelantos de medios especializados como Tom’s Hardware y Digital Foundry revelan un hardware robusto:
- CPU: arquitectura AMD Zen 4 de seis núcleos, frecuencia máxima cercana a 4.8 GHz.
- GPU: chip AMD RDNA3 semi-custom con 28 unidades de cómputo y 8 GB de VRAM GDDR6.
- RAM: 16 GB DDR5.
- Almacenamiento: versiones de 512 GB y 2 TB SSD (formato M.2 2230), con ranura microSD adicional.
- Video y conectividad: HDMI 2.0 (4K a 120 Hz), DisplayPort 1.4, Ethernet, WiFi 6E, USB-C y USB-A.
Valve promete un rendimiento seis veces superior al de la Steam Deck, lo que permitiría jugar en 4K con fluidez y aprovechar la tasa de refresco alta de televisores actuales.

Steam Machine: Una consola pensada como PC
La Steam Machine no oculta su naturaleza híbrida. Corre SteamOS, pero según los primeros reportes, será posible instalar Windows para ampliar compatibilidad.
Su mando, el nuevo Steam Controller, introduce joysticks más precisos y menor deriva, además de múltiples opciones de personalización.
Valve busca así una experiencia “todo en uno”: un sistema fácil de usar para el público general, pero lo bastante abierto para los entusiastas que quieran ajustar cada parámetro o transformar el equipo en un mini-PC.
Ventajas y retos
El potencial de la Steam Machine está en ofrecer a los jugadores una alternativa real a las consolas tradicionales.
Su biblioteca de juegos es enorme, el ecosistema de Steam es maduro y su potencia técnica compite con las consolas actuales. Además, la interfaz de SteamOS ha mejorado notablemente en accesibilidad y estabilidad.
Sin embargo, hay desafíos. Valve aún no anuncia precio oficial, un factor determinante para el éxito fuera de Estados Unidos.
También deberá cuidar la distribución internacional: soporte técnico, garantía y localización de software serán esenciales para conquistar mercados como América Latina.

Otro punto sensible es el recuerdo de la primera generación de Steam Machines de 2015, que fracasó por su confusa estrategia comercial.
Esta vez, Valve parece más prudente: un solo modelo, control directo de hardware y software, y un enfoque claro en la experiencia del usuario.
Perspectivas para América Latina
Si Valve logra mantener un precio competitivo —entre 500 y 700 dólares según estimaciones tempranas—, la Steam Machine podría posicionarse como una opción atractiva para jugadores de la región que ya tienen una biblioteca de Steam o buscan un dispositivo versátil sin los costos de una PC gamer completa.
El principal reto será la importación: impuestos y logística suelen encarecer este tipo de productos en mercados como México, Argentina o Chile. Aun así, el creciente interés por la Steam Deck en la región sugiere que existe público para este tipo de hardware.
El 2026 será el año clave para saber si esta vez Valve consigue lo que no logró hace una década: convertir a la Steam Machine en un nuevo estándar del gaming doméstico.