La inteligencia artificial vive un momento de expansión sin precedentes: startups con valoraciones millonarias, inversiones masivas en chips y una competencia feroz entre gigantes como Google, Microsoft y OpenAI. Pero detrás del entusiasmo, crecen las señales de alerta.
Según un reporte de Reuters (24 de octubre), los principales fondos de inversión están adoptando tácticas inspiradas en la era dot-com para protegerse ante una posible sobrevaloración del mercado de IA.
Tácticas inspiradas en la era dot-com
- Moverse fuera de las compañías más hinchadas: algunos fondos están reduciendo exposición directa a los gigantes hipervalorados de IA (como Nvidia, Microsoft) para evitar “estar atrapados” cuando llegue el pico.
- Apostar por sectores que apoyan indirectamente la IA: por ejemplo, invertir en proveedores, infraestructura, robótica, software especializado o tecnologías asiáticas menos “famosas”.
- Aprovechar la “segunda ola”: en lugar de sólo subirse al tren de lo más visible, buscar oportunidades aún poco vistas por el mercado masivo — tal como lo hicieron algunos hedge funds antes del estallido de 2000.
- Diversificar y cubrir riesgos: incluir activos que no dependan directamente del boom de IA, como salud, mercados asiáticos, o materias primas vinculadas a la infraestructura (por ejemplo uranio, energía para centros de datos) para amortiguar el golpe si parte del sector se enfría.
- Ser “ágil” en la rotación: vender antes de que el mercado empiece a caer y reciclar ganancias en empresas con mayor margen de crecimiento, algo que los gestores de fondos aplicaron en la burbuja puntocom.
Por qué estas tácticas se parecen a la era dot-com
- Durante los años 1998-2000 muchos fondos evitaban los picos más evidentes y se volcaban a activos más “detrás del escenario” que luego crecían.
- Igual que ahora con la IA, entonces había enorme entusiasmo, valoraciones estratosféricas y un mercado que subía rápido sin que se asentaran los modelos de negocio.
- La idea es no apostar únicamente al “ganador obvio”, sino posicionarse para la siguiente fase de crecimiento o aludir a los proveedores de ese boom, en vez de los nombres ya sobre-valorados
Lo que está ocurriendo
- Estrategias de contención: Los fondos diversifican sus carteras y reducen exposición directa a startups centradas solo en IA generativa.
- Paralelismos históricos: Como en los 2000, la rápida expansión y la falta de rentabilidad sostenida podrían anticipar una corrección.
- Impacto en la financiación: Se prevé un descenso en rondas especulativas y mayor exigencia de resultados tangibles a las empresas de IA.
Una eventual “burbuja del IA” podría afectar tanto a mercados tecnológicos como al empleo y desarrollo de nuevos productos.
Si bien el sector no muestra aún signos de colapso, los analistas advierten que la inversión racional y la regulación temprana serán claves para evitar un desenlace como el de la burbuja puntocom.