Creado por el artista italiano Luigi Serafini, el Codex Seraphinianus es una extraña enciclopedia escrita en un lenguaje misterioso.
El Codex Seraphinianus tiene 360-380 páginas, está escrito en un idioma desconocido, usando un alfabeto desconocido. Le llevó 30 meses, a Luigi Serafini, terminar su obra maestra, a la que llamó “el libro más extraño del mundo”.
El Codex Seraphinianus está dividido en 11 capítulos y en dos partes: la primera sobre la naturaleza y la otra sobre las personas.



Publicado en 1981 por Franco Maria Ricci, el Codex es una enciclopedia escrita e ilustrada a mano por el propio Luigi. Hay más de mil dibujos y diagramas detallados, realizados con lápices de colores y repartidos en once capítulos diferentes.
Además de las intrigantes ilustraciones, la numeración de las páginas también presentaba un enigma. Descodificada por Allan C. Wechsler y el lingüista búlgaro Ivan Derzhanski, la secuencia de números es una variación de la base 21.
Aparte de este descubrimiento, el libro sigue siendo un completo misterio. Nadie ha entendido nunca una frase escrita por Luigi en su totalidad y gran parte de la obra sigue siendo indescifrable, ya sean las palabras o las extrañas ilustraciones.



En imágenes surrealistas, Luigi representó elementos de fauna, flora, física, anatomía, moda, cocina y arquitectura de un universo que él mismo imaginaba. Son parodias del mundo real en forma de frutas, personas esbeltas y animales fantásticos.
Justo debajo de las imágenes, textos desconocidos en un sistema de escritura falso se extienden a lo largo de líneas y líneas. Escritas de derecha a izquierda, las letras siguen un patrón ornamentado que recuerda a la escritura cingalesa, común en Sri Lanka.
En 2009, durante una conferencia en la Universidad de Oxford, Luigi habló sobre su creación. El artista afirmó que no hay ningún significado semántico detrás del Códice. Sólo quería crear un alfabeto que transmitiera la sensación que tiene un niño cuando mira un texto que aún no sabe leer.



Para el crítico de ciencia ficción Baird Searles, el Códice “se encuentra en la difícil frontera entre el surrealismo y la fantasía”. Para el periodista estadounidense Jim Dwyer, la obra que sigue siendo un misterio hasta el día de hoy e intriga a cientos de curiosos puede traducirse como una de las primeras críticas a la era de la información.


