La influencer panameña Gracie Bon, conocida por su contenido para adultos y su figura XL, ha desatado un torbellino de controversia en redes sociales al anunciar que paga 10,000 dólares mensuales a un mayordomo para asistirla en tareas domésticas, incluyendo su higiene personal.
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— Porque es tendencia en México (@XQestendenciaMX) April 8, 2025
Por este video de una creadora de contenido XL donde las personas le preguntan, ¿cómo se limpia?
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A lo que ella responde que le paga a un mayordomo 10 mil dólares al mes por hacer labores del hogar y entre esas labores limpiarla.
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¿Tortura o recompensa?
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Esta revelación, publicada el 11 de abril de 2025 por Televicentro, ha generado un intenso debate sobre lujo, autonomía y los estigmas asociados a los cuerpos no normativos.
La panameña detalló que el profesional contratado deberá cumplir múltiples funciones como ayudar en la limpieza del hogar, cocinar y acompañarla en sus viajes.
Sin embargo, lo que más llamó la atención fue su mención explícita sobre el tamaño de su cuerpo: «La gente siempre me pregunta cómo me limpio. Estoy abriendo un puesto de mayordomo de traseros», publicó en tono humorístico.
Bon, de 28 años, defiende su decisión como una inversión en su comodidad y bienestar, pero las reacciones han sido polarizadas, con opiniones que van desde la crítica por su «excesiva dependencia» hasta el apoyo por su transparencia al abordar un tema tabú.
Gracie Bon, cuyo nombre real es Grace Bonilla, ha construido una carrera sólida en plataformas como OnlyF4ns, donde su contenido explícito y colaboraciones con figuras como Karely Ruiz la han colocado en el ojo público.
Su reciente anuncio, compartido a través de un video que se volvió viral tras ser difundido por la cuenta @XQestendenciaMX, detalla que el mayordomo no solo se encarga de cocinar y mantener el orden en su hogar, sino también de ayudarla en tareas íntimas de higiene.
Esta declaración ha avivado discusiones sobre los límites de la privacidad y el impacto de la riqueza en la creación de empleos no convencionales.
En redes como X, las opiniones están divididas. Algunos usuarios consideran que Bon expone demasiado su vida personal, mientras que otros aplauden su valentía al hablar abiertamente de sus necesidades y desafíos físicos, desafiando los prejuicios sobre cuerpos no normativos.
La influencer, lejos de retractarse, ha enfatizado que su estilo de vida es una elección personal que prioriza su salud emocional y física.
Solicitantes dejan sus datos en la publicación, que recibe 1000 visitas por hora
Posando con un microbikini revelador, dice en inglés: «La gente siempre me pregunta cómo me limpio, así que quiero contarles sobre eso. Voy a abrir un puesto de trabajo llamado «el culo-repartidor». Así que este «el culo-repartidor» me llevaría y me iría a todas partes. Voy a pagar 10 mil reales al mes, pero deben saber que hay mucho trabajo».
Gracie, quien tiene más de 10 millones de seguidores en Instagram, continúa: «Me ayudaba a limpiar la casa, cocinaba para mí y me llevaba en coche».
Luego, con un gesto de su trasero, añade: «Pero, por supuesto, lo más importante es que me ayudará a llegar a lugares a los que no puedo llegar sola».
Se invita a los solicitantes a dejar sus datos en un comentario en la publicación, que recibe 1000 visitas por hora. Gracie, nacida en Panamá, afirma haber heredado sus impresionantes curvas de su madre y niega haber usado IA o Photoshop para realzarlas.
Declaró: «Deberían dejar de decir que soy una inteligencia artificial. No lo soy. Hay muchos perfiles falsos que se hacen pasar por mí. Si quieres hablar con alguien real, ahí estaré».
Este caso no solo refleja el extravagante estilo de vida de Bon, sino que también invita a reflexionar sobre temas más profundos: la autonomía personal, la representación en el mundo digital y las dinámicas de poder que el dinero puede generar.
Mientras el debate continúa, Gracie Bon sigue siendo un ícono que no teme romper moldes, generando conversaciones necesarias sobre cuerpo, cuidado personal y las posibilidades que la fama y la riqueza ofrecen en la sociedad actual.