A sus 38 años, Jerí es un abogado limeño nacido en el distrito de Jesús María. Estudió derecho en la Universidad Nacional Federico Villarreal y se tituló en la Universidad Inca Garcilaso de la Vega.
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Católico practicante, vive en pareja pero no está casado ni tiene hijos. Afiliado al partido derechista Somos Perú desde 2013, intentó sin éxito ser alcalde de Lima en dos ocasiones.
Su salto a la arena nacional llegó en las elecciones de 2021 como suplente del expresidente Martín Vizcarra, asumiendo un escaño congresal tras la inhabilitación de este último.
En el Legislativo, impulsó decenas de leyes en temas clave como seguridad, empleo, educación y salud. Este julio, fue elegido presidente del Congreso, un rol que hoy lo catapulta a la cima del poder hasta julio de 2026.
Su discurso inicial fue humilde: «Asumo con empatía para unir al país», dijo, en un intento por calmar las aguas de una nación polarizada.
El Escándalo que Sacude su Imagen: Perfiles Adultos en Instagram
Sin embargo, la euforia inicial se vio empañada por un escándalo digital. Apenas horas después de su juramento, se reveló que Jerí seguía en Instagram a más de 300 cuentas dedicadas a contenido sexual explícito, incluyendo perfiles de la industria pornográfica como Brazzers y actrices especializadas.
Tras asumir el cargo, el nuevo mandatario procedió a «limpiar» su perfil, dejando de seguir rápidamente dichas cuentas, lo que generó un revuelo en redes y medios.
Denuncias previas
Este episodio se suma a denuncias previas archivadas contra él, como una por presunta violación sexual en enero de 2025, que él negó rotundamente por falta de pruebas.
El hecho ocurrió el 29 de diciembre de 2024, en la Casa Club Santa Rosa de Quives, ubicada en la localidad de Canta, al norte de Lima. Se trató de una reunión social de fin de año a la que asistió Jerí junto a un grupo de amigos.
Relato de la Denunciante
La víctima es una mujer de 31 años que llegó a la fiesta acompañada por Marco Antonio Cardoza Hurtado, empresario y tío político de Jerí. Según su testimonio, por la tarde consumió alcohol y perdió el conocimiento. Al despertar, sintió dolor en sus partes íntimas y encontró una prenda de vestir perteneciente a Jerí cerca de ella. Identificó al congresista como el agresor, describiéndolo como un «hombre calvo con barba», y recordó intentos previos de cortejo por parte de él. La denuncia se presentó en enero de 2025 ante la Fiscalía Suprema de Familia, iniciando diligencias preliminares.
Acciones de Jerí y Respuesta Inicial
Jerí negó categóricamente las acusaciones en un video público, afirmando que no agredió a la denunciante y expresando su disposición a colaborar con la investigación.
Su partido, Somos Perú, suspendió temporalmente su militancia durante el proceso. Además, el Juzgado Civil de Canta ordenó medidas de protección para la víctima y un tratamiento psicológico para Jerí por «impulsividad y conducta sexual patológica», el cual no acató, lo que derivó en una imputación por desobediencia a la autoridad.
Su abogado argumentó que el juzgado carecía de competencia para esa disposición.
La controversia ha avivado debates sobre la madurez de sus líderes y la transparencia en la era digital, recordándonos que en política, nada queda oculto por mucho tiempo.