¿Qué es la Web 3.0 y cuáles son las diferencias con la Web 2.0?

Web 3.0

La Web 3.0 representa una evolución de la Web 2.0 (la web social y colaborativa). Una web descentralizada, potencializada con inteligencia artificial avanzada y tecnologías de aprendizaje automático para brindar una experiencia más personalizada e inmersiva a los usuarios.

El concepto se centra en hacer que la web sea más descentralizada y menos dependiente de empresas y organizaciones centrales, para que los usuarios tengan más control sobre su información y datos personales.

Web 3.0

La Web 3.0 representa la siguiente fase en la evolución de la web/Internet y puede ser potencialmente muy innovadora, ya que representa un cambio de paradigma tan grande como la versión actual (Web 2.0). La versión 3.0 se basa en los conceptos centrales de descentralización, apertura y mayor agencia de los usuarios.

Descentralización

Este es un principio central de la Web 3.0. En la Web 2.0, las computadoras utilizan HTTP en forma de direcciones únicas para encontrar información, que se almacena en una ubicación fija, generalmente en un único servidor.

En la Web 3.0, como la información se encontraría en función de su contenido, podría almacenarse en múltiples ubicaciones simultáneamente y, por lo tanto, estar descentralizada.

Esto rompería las enormes bases de datos que actualmente mantienen gigantes de Internet como Facebook (ahora Meta) y Google, impidiendo su enriquecimiento al mantener un mayor control sobre los usuarios y sus datos.

Con la Web 3.0, los datos son generados por recursos informáticos diferentes y cada vez más potentes, incluidos teléfonos inteligentes, computadoras de escritorio, electrodomésticos, vehículos y sensores. Los usuarios venderán ejemplos a través de redes de datos descentralizadas. Esta acción garantiza que los usuarios mantengan el control de propiedad.

Confianza directa

Además de la descentralización y de estar basada en software de código abierto, la Web 3.0 también se basará en la “confianza directa”, es decir, la red permitirá a los participantes interactuar directamente sin pasar por un intermediario “confiable” que monitoree y controle los datos en interacciones.

Como resultado, las aplicaciones Web 3.0 se ejecutarán en cadenas de bloques, redes descentralizadas de igual a igual o una combinación de ellas; las aplicaciones descentralizadas se denominan dApps.

Inteligencia artificial y aprendizaje automático

Las computadoras podrán comprender la información de manera similar a los humanos, a través de tecnologías basadas en conceptos de la web semántica (lenguaje web) y el procesamiento del lenguaje natural.

La Web 3.0 también utilizará el aprendizaje automático, que es una rama de la inteligencia artificial (IA) que trabaja con datos junto con algoritmos para imitar cómo aprenden los humanos, mejorando gradualmente su precisión.

Estas capacidades permitirán que las computadoras produzcan resultados más rápidos y más relevantes en una variedad de áreas, como el desarrollo de fármacos y nuevos materiales, yendo más allá de la mera publicidad dirigida que constituye la mayor parte del uso actual.

Desafíos de la Web 3.0

El lanzamiento tiene el potencial de proporcionar mucha más utilidad y autonomía a los usuarios, yendo mucho más allá de las redes sociales, el streaming y las compras en línea que comprenden la mayoría de las aplicaciones Web 2.0 utilizadas por los consumidores.

Características como la web semántica, la inteligencia artificial y el aprendizaje automático, que son el núcleo de la Web 3.0, tienen el potencial de aumentar considerablemente las aplicaciones en nuevas áreas y mejorar la interacción del usuario. Las características clave de la versión, como la descentralización y sistemas menos manipulables, también brindarán a los usuarios un control mucho mayor sobre sus datos personales.

Sin embargo, la descentralización también trae consigo importantes riesgos legales y regulatorios. El cibercrimen, el discurso de odio y la desinformación ya son difíciles de controlar y lo serán aún más en una estructura descentralizada debido a la falta de seguimiento.

Una red descentralizada también dificultaría la regulación y la supervisión. Por ejemplo, ¿qué leyes se aplicarían a un sitio web específico con contenido alojado en varios países del mundo? Encontrar a los responsables y emprender acciones legales contra ellos será muy difícil. Es necesario pensar en el tema con suficiente atención.

Diferencias para la Web 2.0

La Web 2.0 es lo que la mayoría de la gente está acostumbrada a utilizar, al menos desde 2004. Su crecimiento exponencial ha sido impulsado por importantes innovaciones, como el acceso móvil a Internet y las redes sociales, así como por la casi ubicuidad de dispositivos móviles más robustos, como los iPhone. y dispositivos Android.

La Web 2.0 también supuso cambios drásticos para ciertas industrias que no pudieron adaptarse al nuevo modelo de negocio centrado en la web o tardaron en ponerse al día. Por ejemplo, el comercio minorista, el entretenimiento, los medios y la publicidad fueron los más afectados inicialmente.

Podemos decir que la Web 2.0 fue la creadora y divulgadora de la portabilidad y alcance de internet para el mayor número de personas, pero aún existen grupos controlando y manipulando el entorno. La principal diferencia con la Web 3.0 es que consolida la movilidad, pero con un mayor control sobre la privacidad, por parte del usuario, y un menor control por parte de grupos o autoridades al reducir el uso de intermediarios para las interacciones.

Actualmente, estamos más cerca de la frontera que divide los dos formatos web (las criptomonedas y los NFT ya comienzan a mostrar el potencial de evolución), pero saber qué es la Web 3.0 puede ser una buena preparación para anticiparnos a los cambios. Buena suerte.